A día de hoy pocas veces me han faltado las palabras.
Día tras día me acuerdo de ti, no falla ninguno desde entonces. Reconozco y me siento orgullosa de haber sabido saborear el cóctel perfecto que hacíamos; mis carencias fácilmente suplidas con tus virtudes y así con las tuyas. He sabido apreciar y valorar lo que tenía, lo juro.
Nadie lo entiende porque nadie y repito, nadie, ha vivido algo así. Otro concepto, otra definición de amor a la que el resto del mundo está poco acostumbrado.
Dejo muchas cosas por decir y otras que no hacen falta decirlas, porque no ha sido necesario.
Una retirada a tiempo es una victoria, o una forma de no hacernos más daño.