de improvisar, ha llegado el momento de recoger a los buenos y guardarlos dentro, tan dentro que nunca pudieran salir. Ha llegado el momento de no arrepentirse, ni avergonzarse, solo saber afrontarlo y de entender que no fue un error, solo una experiencia más. Ha llegado el momento de levantar la cabeza y sonreír, de abrir bien los ojos y ver que lo que tienes delante, merece algo más que esa sonrisa, de pensar que podría ser peor. Ha llegado ese momento que a todos alguna vez nos ha tocado vivir, ha llegado para hacernos levantar de esa grieta en el suelo para mirarla y reír. Ha llegado el momento de avanzar sin olvidar.
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